Reflexión del evangelio
Diecisietavo dÃa de adviento:  Â
Mt 1, 18-24
... Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños, "José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a MarÃa, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del EspÃritu Santo. Dará a luz a un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados"... Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que habÃa mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa.Â
José no fue impulsivo. No se puso como loco y rompió con MarÃa cuando supo de su embarazo, porque esa historia de que habÃa sido concebida por el Espiritu Santo no la habÃa creÃdo. José era un hombre justo y reflexivo, pensaba que hacer  con su joven prometida, y aunque estaba muy dolido por lo que seguramente pensaba que era una traición, no querÃa perjudicarla. Mientras pensaba en esas cosas, el Señor le dio la respuesta y José obedeció.
Antes de actuar, cuando tengas una decisión que tomar, preguntaselo al Señor y lo que ponga en tu corazón puedes pedirle que te lo confirme y lo hará. No actues sobre tus impulsos, no pienses que lo sabes todo y tu intuición o el consejo de tu amiga es suficiente.
El problema con preguntarselo a Dios es que puedes no estar seguro que esa voz o ese pensamiento que tuviste viene de El. En distintas ocasiones cuando he hecho esta pregunta a un sacerdote, su respuesta es: cuando Dios responde, responde en tus propios pensamientos, si estos pensamientos van de acuerdo con su Palabra, definitivamente es El. Yo le pregunto ante el SantÃsimo y le pido que me confirme su respuesta y si no estoy segura se lo vuelvo a preguntar. Lo maravilloso es que el Señor responde. Responde a través de otras personas o sucesos y cuando lo hace, no cabe la menor duda de que es EL.
En una ocasión, en un retiro esta era precisamente la pregunta que le hice a Dios en mi interior: "Señor, como se que estos pensamientos que tengo son tuyos? Como se que es lo que me estas pidiendo? ". Inmediatamente despues de mi oracion continuamos con otra platica en el retiro y el sacerdote que la daba comenzó su exposición asi: "Como sabemos que Dios es el que nos esta hablando?" No lo podia creer! Dios me contestaba mi pregunta de inmediato a traves de este hombre! La sorpresa y la alegria de saberme escuchada es unica! Inténtalo! Pregunta, espera la respuesta, estate atento, porque El quiere hablar contigo, guiarte, proponerte otra forma de vida y sobretodo salvarte.
"Clama a mi y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tu no sabes".
JeremÃas 33:3
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