Veinteavo día de adviento: Glorifica a Dios

Lc 1, 46-56

En aquel tiempo dijo María: "Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se llena de júbilo en Dios mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mi grandes cosas el que todo lo puede..."

María acababa de recibir la noticia del ángel, estaba embarazada milagrosamente, su hijo era Hijo del Altísimo, el ángel también le había hablado del embarazo milagroso de su prima Isabel y quien mejor que ella para compartir la noticia. No lo dice en la Biblia, pero me imagino a esa muchachita entre emocionada y asustada, ¿Quién iba a creer su historia? ¡Tenía que decírselo a alguien! Entonces corrió hacia las montañas de Judea donde vivía su prima, y ahí sucedió otro pequeño milagro, de esas señales sutiles que da el Señor para que sepas que es EL y que lo que te dijo es verdad. Al encontrarse con su prima, vio lo que le dijo el ángel, vio a Isabel embarazada a pesar de sus años, pero no solo eso, Isabel antes de que María le platicara que le había sucedido la saluda: "¿Quien soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tu que has creído porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor". (Lucas 1, 39-45). Esa es la confirmación de María, el Señor quería que estuviera segura del milagro y le da esta señal, entonces ¡ella responde con el Magníficat! Toma un cantico del Antiguo Testamento y lo hace suyo, expresa su inmensa alegría, profetiza sobre sí misma y le da toda la gloria a Dios.

El Magníficat es un poema precioso y al leerlo hoy, me doy cuenta que no solo se trata de María, el Magníficat se trata de TODOS aquellos que amamos y seguimos al Señor, porque si mi alma glorifica y alaba a Dios, mi espíritu verdaderamente se llena de júbilo. Otra realidad es que si quiero y estoy dispuesta a hacer lo que el Señor me pide, grandes cosas hará Dios a través de mi, porque El todo lo puede, y a pesar de mi pequeñez el abre puertas, me guía, me inspira y me lleva por caminos muchas veces inesperados.

¿Sabías que una de las formas mas efectivas de salir de la depresión es la alabanza a Dios? Hace unos días estaba escuchando el testimonio de una mujer colombiana que tuvo una experiencia mística sobre el purgatorio. Una de las cosas que dice es la importancia de alabar a Dios y que los cantos Gregorianos son los mas efectivos para alejar al demonio. ¿Quieres sentirte llena de alegría? ¿Quieres estar llena de energía y optimismo? ¡Alaba a Dios! ¡Da gracias por todo! Pon música de alabanza en tu casa o en tu carro, glorifica al Señor y tu alma también se llenará de júbilo.

Hoy, en el veinteavo día de de adviento, glorifica a Dios, alábalo, llena tu alma de júbilo y entrarás en sintonía con la voluntad de Dios, para hacer eso especial para lo que fuiste creado.